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No pretendo con este artículo justificar y mucho menos fomentar el fumar. Solo pretendo llamar un poco la atención sobre costumbres relacionadas con el consumo del tabaco.
Siempre me llama la atención esas personas que, “muy respetuosas” con los que comparten con ellos el espacio cerrado de un bar o restaurante u otro local donde fumar está prohibido, de un hospital incluso, se salen a la puerta a quemar un poco de tabaco y de paso sus pulmones. Pero no nos llevemos a engaño, eso así dicho es lo más lógico y normal y lo que mandan las leyes hoy en vigor. No, eso no me llama la atención, ya no, Hace unas décadas igual si pero eso ya está superado.
Lo que si me llama la atención y a lo que no acabo de acostumbrarme es a ver cómo esos “educados fumadores“ se quedan en la puerta, en la misma puerta, en el quicial mismo, entre el suelo y los tres marcos de esa puerta a encender su cigarrillo y a veces con él ya encendido. Es decir, en el mismo medio de la puerta.
- Por favor, puedo pasar, tenemos que decir nosotros.
- Si, si, pase usted.
Y se quedan tan tranquilos llegando a pensar, quizá, que nos acaban de hacer un favor, que han cumplido con la más elemental norma de educación sin darse cuenta de que para pasar hemos que tenido que cruzar la puerta ocupada en parte, claro, y una cortina de humo bastante mal olorosa y contaminada. Porque el tabaco huele mal y contamino, por mucho que algunos sigan pensando que no.
Y se quedan tan tranquilos llegando a pensar, quizá, que nos acaban de hacer un favor, que han cumplido con la más elemental norma de educación sin darse cuenta de que para pasar hemos que tenido que cruzar la puerta ocupada en parte, claro, y una cortina de humo bastante mal olorosa y contaminada. Porque el tabaco huele mal y contamino, por mucho que algunos sigan pensando que no.
Las leyes ya dicen expresamente que no se puede fumar a ciertos metros de esos sitios donde está prohibido, no se cuentos pero me da igual. Y es que me da la impresión de que muchas de esas personas hasta se sienten molestas por tener que echar esas bocanadas de humo contaminado fuera de su ambiente y de sus amigos o familiares. Vamos, que no solo no se enteran que estorban si no que piensan que los perjudicados son ellos.
Llegados a estos razonamientos me gustaría llegar el punto en que las leyes están para cumplirse, pero por encima de ciertas leyes, mejor dicho, acompañando a esas leyes debe está la educación. Porque esos casos que he comentado, y muchos más, se solucionan con un simple razonamiento de educación. Para empezar una elemental norma de educación es no estorbar y otra no molestar. Y estar en el centro de una puerta estorba y molesta, además doblemente, por no dejar pasar y por hacernos pasar entre sus humos.
Otra costumbre muy generalizada es encender el cigarro y después preguntar si nos importa. No suelo ser especialmente beligerante con los fumadores, no los critico por sistema. Pero el hecho de que suelten el humo a escasos centímetros de nuestra cara no gusta a nadie, yo creo que ni a los mismos fumadores a no ser que ya lo estén haciendo en ese momento.
No me alargo más, creo que queda suficientemente razonado que el derecho a la educación debe estar por encima del otros derechos que perjudiquen a los demás y si estos derechos están protegidos por leyes tanto mejor.
Llegados a estos razonamientos me gustaría llegar el punto en que las leyes están para cumplirse, pero por encima de ciertas leyes, mejor dicho, acompañando a esas leyes debe está la educación. Porque esos casos que he comentado, y muchos más, se solucionan con un simple razonamiento de educación. Para empezar una elemental norma de educación es no estorbar y otra no molestar. Y estar en el centro de una puerta estorba y molesta, además doblemente, por no dejar pasar y por hacernos pasar entre sus humos.
Otra costumbre muy generalizada es encender el cigarro y después preguntar si nos importa. No suelo ser especialmente beligerante con los fumadores, no los critico por sistema. Pero el hecho de que suelten el humo a escasos centímetros de nuestra cara no gusta a nadie, yo creo que ni a los mismos fumadores a no ser que ya lo estén haciendo en ese momento.
No me alargo más, creo que queda suficientemente razonado que el derecho a la educación debe estar por encima del otros derechos que perjudiquen a los demás y si estos derechos están protegidos por leyes tanto mejor.