Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog

EL DOLOR DEL SILENCIO

Siempre, sobre todo últimamente, he defendido y loado el valor del silencio en contra de la palabrería contumaz e innecesaria. Y no he cambiado de idea, sigo pensando lo mismo. Solo que he sentido el dolor que produce no poder comunicarme lo suficiente cuando la necesidad de hacerlo aprieta en mi corazón y en mi cabeza.

Antes, cuando apenas podía pronunciar más que palabras sueltas y con una potencia de voz muy baja, era muy sencillo. “Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”, así que para que intentarlo. Pero ahora si que es posible, no siempre pero casi siempre.

Un día cualquiera, sin grandes cambios en las costumbre diarias, sin apenas contactos más que con personas conocidas y más que conocidas, no hay problemas de ningún tipo. Se puede o no se puede, ya sé cuando una cosa o la otra. Cada día se puede más, pero todo va poco a poco, hoy consigo más que ayer y un poco menos que mañana. Todo está controlado.

Pero cuando hay un especial, cuando ha llegado la ocasión de una reunión con unos amigos que hace tiempo no estamos juntos las cosas pueden cambiar sensiblemente.  Y eso me acaba de ocurrir.

Todo empezó a las mil maravillas, daba busto como me expresaba y más aún como notaba que me entendían. Es uno de esos momentos en que parece que la satisfacción se asemeja a la felicidad. Casi llegué a pensar que no tenía problemas en el habla, que podía decir todo y más que todo. Despacio, eso si, vocalizando excesivamente, también, pero lo importante es que conseguía hacerme oír, lo demás no cuenta. Ya se arreglará con el tiempo.

Según fueron pasando las horas, la garganta, lo que queda de ella, se me fue cansando. Pero no importa, hay que seguir hablando. Y llegó un momento en que no podía más. No llegó de repente, pero llegó. Y en una de esas ocasiones en que quería expresar algo más o menos importante me di cuenta que no podía. Que me tenía que quedar con las palabras en la boca, o en la cabeza mejor dicho. Y se fueron amontonando hasta terminar por hacerme daño. Con lo bien que empezamos y que mal ha terminado.

Y eso duele. Cansa y duele.

Posiblemente hice algo mal. No posiblemente, seguro. Con un poco de control, de moderación desde el principio seguro que el día lo hubiese terminado mejor. Falta de experiencia. Cuando salgo en bici siempre tengo en mente como va a ser la etapa y así poder controlarme para que a la llegada me queden fuerzas suficientes como para seguir disfrutando hasta el último metro. Pero en bici llevo más de 20 años de experiencia. Al principio a veces también llegaba a casa reventado. De laringectomizado solo llevo 2 años, me quedan muchas cosas que aprender. Pero nunca es tarde, lo aprenderé.

Seguro que a muchos laringectomizados les ha pasado algo parecido. A los novatos, como yo, también les pasará. Pero tranquilos que con experiencias como esta salimos aprendiendo.

Tag(s) : #Laringectomía
Compartir este post
Repost0
Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase: